La salud del Papa acerca posturas con sus más acérrimos críticos: los cardenales Burke y Müller, en primera fila del Rosario
La imagen de varios purpurados que se han enfrentado públicamente al Pontífice rezando por su salud en San Pedro ha dado la vuelta al mundo
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Directo | Última hora del estado de salud del Papa Francisco
El estado de salud del Papa Francisco ha unido a todo el mundo católico en torno a Roma, más que nunca. La imagen de cientos de fieles, encabezados por la Curia, dedicaron unos momentos de recogimiento y rezo del rosario para desear la pronta recuperación del Pontífice, ingresado en el Hospital Gemelli desde el 14 de febrero.
Entre los asistentes en la Plaza de San Pedro del Vaticano había varios de los cardenales más importantes, pero de ellos destacó la presencia de tres que, además, estuvieron presentes en primera fila en el lugar destinado para ellos. Se trataba de los cardenales Burke y Müller. Los cardelanes demostraron que las posibles cuitas que tuvieran con el Pontífice son cosa del pasado y que, ahora mismo, prefieren dedicar sus rezos para que el Papa regrese pronto a casa.
Por diferentes motivos, hay quienes incluso les calificaría de enemigos del actual Pontífice. No obstante, escucharon y siguieron el Rosario que, presidido por el secretario del Estado Vaticano, monseñor Pietro Parolin, demostró el cariño y preocupación que hay en torno a la figura de Francisco.
Los cardelanes presentes en el rosario por su salud
Cardenal Raymond Burke
El estadounidense pasó de ser una de las cabezas visibles de la Iglesia Católica, como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica -la máxima autoridad judicial-, a poco más que un apestado. Su actitud beligerante y absolutamente crítica con todo lo que pareciera a algún tipo de apertura le convirtieron en una de las voces más duras contra los avances sociales de Francisco en torno a asuntos como la homosexualidad, el trato a los divorciados en la Iglesia, la relación con otras formas de la fe cristiana o incluso las vacunas de la Covid-19. Tradicionalista extremo, el Papa le degradó a dirigir la Orden de Malta -un puesto meramente simbólico y sin peso específico- y acabó retirando su asignación económica y su apartamento oficial en las inmediaciones de San Pedro.
Cardenal Giovanni Angelo Becciu
De ser numero tres del Vaticano y estar considerado como uno de los 'preferiti' para ser Papa, Becciu acabó pasando a la historia de la Iglesia Católica por ser el primer cardenal en ser condenado por el Tribunal del Vaticano. Fue acusado de malversación de fondos y corrupción y se le prohibió ejercer cargos cargos oficiales de la Santa Sede, lo que a efectos prácticos le prohíbe participar en el próximo Cónclave (salvo que Francisco haya dejado en su testamento una absolución). Él ha recurrido la sentencia y ha mantenido el contacto con el Papa.
Cardenal Gerhard Ludwig Müller
Junto con Burke -al que sucedió al frente del Tribunal de la Signatura Apostólica-, el cardenal alemán Müller forma uno de los pilares del lado más conservador de la Curia. Antiguo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es uno de los que más ha criticado a Francisco en decisiones y opiniones, pero nunca llegando al enfrentamiento directo como sí ha hecho el estadounidense. En un momento de 'preCónclave', está procurando quedarse lejos de lo que ha llamado «movimientos de poder» aunque dentro de los pasillos vaticanos sí está señalado como uno de los que más y mejor manejan la política en estas circunstancias.
En un momento de efervescencia política en el Vaticano, la presencia de cardenales abiertamente críticos con Francisco rezando el rosario en San Pedro ha dado mucho de qué hablar.
No obstante, y más allá de las teorías conspiranoicas tan propias del cine o la literatura modernas, muchos católicos han leído en la presencia de Burke y Müller -que se sentaron juntos- como una llamada a la unidad del mundo cristiano en torno a su líder en los momentos más difíciles de su vida.
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Además de los críticos enfrentados con Francisco, también estaban presentes cardenales como Robert Prevost (prefecto del Dicasterio de los Obispos), José Tolentino (prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación), Marcello Semeraro (prefecto para la Causa de los Santos) o sor Rafaella Petrini, que en los próximos días tomará posesión como Gobernadora del Estado vaticano.
Prevost, Tolentino y Semeraro serían tres de los 138 cardenales electores (la mayor cifra de la historia, superando el techo de Juan Pablo II en 2001) que estarían en el eventual Cónclave para decidir quién llevará el Anillo del Pescador cuando Francisco ya no esté.
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